El día vacío
18 abril, 2017 |

Nos levantamos con prisa, corremos de un lado a otro, atascos, decenas de pestañas abiertas en el ordenador, y otros tantos grupos de Whatsapp, llamadas por aquí y por allá, leer esto y lo otro, aprender más y más, hacer networking y una vida social de lo más ajetreada.

Parece que cuanto más mejor, ¿verdad? Que hay que hacer mil viajes, mil actividades y estar todo el día 100% activa. Que no podemos parar, que sino parece que la vida es aburrida, o que no la estamos viviendo como deberíamos. O peor aun, te sientes mal si no estás continuamente haciendo cosas.

Está bien sentirse activa, da sensación de felicidad el lograr lo que quieres y terminar y comenzar nuevos proyectos. Está bien querer tener nuevas experiencias y planes, está bien avanzar, seguir creciendo y aprendiendo, leyendo o conociendo a nuevas personas.

Pero todo tiene su punto justo, y a mí me da la sensación, no sé qué opinarás tú, que se nos está yendo un poco de las manos.

Y sobre todo que nuestro cuerpo, nuestra mente necesita recargarse y parar de vez en cuando.

Así que hoy te propongo un super plan para el día que tú prefieras: no hacer nada. Elige un día de tu calendario, haz un circulito y borra todo lo que tengas en la agenda. No planifiques absolutamente nada y que venga lo que tenga que venir. No quedes con nadie, no hagas planes, no tengas una lista de tareas. Incluso, no tengas móvil, olvida las pantallas, deja que el día transcurra tranquilo.

Busca el silencio. ¿Alguna vez has estado tumbada o sentada simplemente? Pensando en tus cosas.

Aunque el día vacío no significa que tengas que estar todo el día mirando a la nada, más bien lo entiendo como dejarse llevar y hacer en ese momento, con toda la tranquilidad del mundo, lo que más te apetece. Desayunar dos horas, bajar a dar un paseo sin un recorrido fijo, dibujar, leer un libro, jugar con tus peques, lo que el cuerpo te vaya pidiendo, sin más.

Estos días de vacaciones he estado un par de días en el campo y en mi cuaderno escribí una lista con cositas que quería hacer. Aprovechar para leer ciertos artículos, ver tal vídeo, ir a hacer algún recado… Y finalmente decidí no sacar el cuaderno. Mirar a la montaña simplemente, relajada, escuchar música o dar paseos cuando me apeteciera. Tumbarme debajo de un árbol y observar a los pajarillos.

Parece mentira, pero no te imaginas lo que me ha recargado las pilas. Al día siguiente, tenía más energía que nunca. Me sentía genial, renovada, fuerte.

¿Te animas a dejar un día en blanco en tu agenda? ¿Qué opinas de esta «sobreactividad» que nos rodea?

Imagen: Haute Stock

BLOG

Descubre todos los artículos que he escrito hasta ahora sobre gestión del tiempo

23 Comentarios

  1. ¡Maravillosa idea!

    • Hola Francisca, gracias por comentar! Me alegra que te haya gustado la idea :)
      Ya me contarás si la pones en marcha, un abrazo!

  2. ¡Maravillosa idea! muchas gracias por compartirla.

  3. ¡Es una idea genial! Siento que incluso en los momentos libres una parte puestra sigue pendiente del celular o de las cosas que tenemos que hacer, y tomarte un día para desconectar por completo es increíblemente útil

    • Hola Daiana, ¡mil gracias por comentar!
      Qué bien que te haya parecido buena idea! Yo cada día más necesito días vacíos… :)
      Un abrazo.

  4. Totalmente cierto, al final acabas con una especie de sensación de culpabilidad por no estar ‘haciendo cosas’. Yo he aprovechado Semana Santa para eso y es tan de verdad! Me ha recargado las pilas a tope!
    Me encantas!

    • Hola Miriam, mil gracias por comentar y por tus bonitas palabras,
      Si, ¿verdad? Odio esa sensación, aunque es difícil de quitar creo que poco a poco, trabajando en ella, se puede ir eliminando :)
      Un abrazo!

  5. Qué razón querida…

    hay días en los que yo no hago lo planificado, sino que igual es un día que te dejas más llevar y me agobio…qué gran error, con lo bonito que es a veces ir en bus escuchando música y no repasando algo de clase, o pasar media tarde mirando pinterest o vídeos de YouTube en vez de hacer algo que tuvieras que hacer. Lo apuntaré en mi calendario mensual y en vez de un día igual me tomo 2 días al mes para no hacer nada, hacer lo que me plazca ese día. Gracias Sara!

    • Hola Eva, ¡genial! Hay que quitarse ese sentimiento de culpabilidad… que al final no somos máquinas y la vida está también para no hacer nada. O al menos, no planificarlo y que vaya saliendo según lo que te apetezca. Yo en la medida de lo posible, intento todos los domingos o una parte del fin de semana que sea así. Un beso.

  6. Hola Sara!
    Te he descubierto en una revista, y me he decidido a mirar aquí a ver qué tal. Y me interesa lo que cuentas, porque tengo mucha necesidad de organización, y soy una mujer estresada y agobiada. Quiero poner en práctica tus consejos. Este en concreto del día vacío…me gusta, mucho. Es un deseo recurrente en mi cabeza. Incluso aunque sea solo una tarde, unas horas sin tener que hacer nada…me conformaría. Cada cuánto tiempo más o menos te coges un día vacío?

    • Hola Patty, ¡muchas gracias por comentar! :) Me alegra mucho que te estén gustando los artículos avellaneros.
      Pues mira, no tengo un horario concreto en ese sentido. Para mí, que trabajo en casa y a veces también los fines de semana, intento que los domingos sean de desconexión total. Sin aparatos digitales, ni temas del trabajo, e intentar casi por no tener… ¡ni planes! Pero como ésto no siempre es posible, sino se puede lo intento cuadrar unas horitas los viernes por la tarde. Empieza con un día que ya sepas que tengas libre y no hagas ningún plan más, ya me contarás qué tal la experiencia. :) Un abrazo.

  7. Hola Sara!! hace unos años empecé a implementar lo de un día conmigo por semana…es ideal!!!!
    Claramente no siempre se puede cumplir con un día a la semana pero planeandolo es mas sencillo.
    Gracias por recordarmelo!!
    saluditos

    • Hola Tamara, ¡qué bueno! Un día conmigo misma a la semana, ¡me encanta el concepto! :)
      Y es tan necesario…
      ¡Un saludo!

  8. Siempre me a parecido que lo del dia vacio o de no hacer nada o como lo quieras llamar debería ser algo obligatorio, te sirve para reconectar o desconectar, segun el momento de tu vida en el que estes, puede llegar a ser muy util para solucionar los problemas o encontrar un simple momento de paz o inspiración.

    • Hola Silvia, ¡totalmente de acuerdo! Es maravilloso y suele darnos respuestas a muchas preguntas o problemas por resolver.
      Un abrazo,

  9. Yo dejo vacía de tareas la tarde del viernes y es una gozada¡¡

    • Hola Cecilia, ayyy yo eso lo hacia antes… creo que tengo que volver a hacerlo jiji :)
      ¡Un abrazo!

  10. Hola Sara: hace tiempo que vengo pensando en ello. Y aunque no puedo hacer un día vacío completo, por lo menos, el viernes hasta la tarde, porque trabajo a partir de las 17 horas. Lo voy llevando… Y es sumamente relajante. No somos máquinas y es necesario reconectarse con nosotras mismas más seguido…

    • Hola Ofelia, ¡gracias por comentar!
      Claro, cada uno lo puede adaptar como pueda (entiendo que para mucha gente sea imposible un día entero jeje).
      Me alegra que te haya gustado probarlo. Y totalmente de acuerdo, ¡qué importante es reconectarse con nosotras!
      Un abrazo.

  11. Para mi, una hora en blanco es suficiente. Un café, un buen libro, un lugar público pero tranquilo, buena música…suficiente!

    • Hola Luz,
      ¡Genial! Muchas veces con una hora vale (lo del día entero entiendo que hay muchas personas que no puedan o quieran, o directamente no lo necesiten).
      ¡Me encantan las horas en blanco! Un abrazo.

  12. Me encanta el plan, yo también quiero pasar de esos días!
    Un abrazo Sara!

    • Hola Stephanie, ¡gracias por comentar! :-D
      Me alegra que te haya gustado, ¡ya me contarás qué tal la prueba!
      Un abrazo.

¡Hola!

¡Bienvenida a mi pequeño rincón sobre organización y gestión del tiempo!

 

 

Todos los contenidos de la web están protegidos por las normas nacionales e internacionales de propiedad intelectual e industrial, quedando todos los derechos reservados. No copies ni publiques mis textos, imágenes o cualquier otro contenido sin mi autorización.