¿Sabes de estas historias que te enamoran nada más escucharlas? Productos que tienen ese alma, ese noseque maravilloso que me fascina.
Los cuadernos son mi perdición. Y no es por el simple hecho de que sean monísimos (que también) sino por lo que simbolizan. Comenzar un cuaderno nuevo supone una nueva aventura, un nuevo proyecto, una nueva ilusión. Implica guardar recuerdos en forma de diario, implica el esfuerzo de una agenda llena de tareas, implica la creatividad de un cuaderno de dibujos.
A Handmade Poetry la conocí a través del curso Memorable de Jackie Rueda donde nos presentó a la comunidad creativa su encantador negocio de cuadernos hechos a mano.
Marina aprendió encuadernación mientras viajaba al no encontrar cuadernos bonitos por Sudamérica, así que fue capaz de editar y coser sus propios libros. Cuando llegó a Madrid montó un pequeño taller en su casa del Valle de Tajuña dónde comenzó a crear cuadernos únicos, donde cada uno tiene su propio proceso de cosido, encolado y secado que lleva varios días.
También inició una acción muy bonita en torno a estos cuadernos, impartiendo talleres de escritura de viajes, al que llamó Norte de Papel, enseñando a sus alumnas a narrar sus viajes.
Me ha encantado la idea, de hecho ya me he propuesto escribir, en mi cuaderno artesanal, mi siguiente viaje. Las sensaciones de los sitios que he visitado, las bromas con mi chico o un pequeño dibujo de un lugar que no quiero que se me olvide. ^^
Este es el enlace a su página de cuadernos Handmade Poetry y a su blog lleno de arte HeyHeyWorld.
Os dejo con este fragmento que encontré en su página, maravilloso:
Construcción de un personaje: Se mueve por lo cotidiano, nunca por la grandeza. No siente empatía por las grandes causas. Si viaja, lo hace siempre por carretera. Odia volar. Quiere vivir en un país frío. Copia los rostros que ve a diario y los talla en madera. Es un estudioso del detalle, del gesto y de las conversaciones. Sólo ha amado una vez de verdad y ella todavía no lo sabe. Es la camarera del bar donde toma café. Nunca le dice nada. Solo la observa y después talla varias réplicas.
Carla Santángelo.
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