Qué poco me gusta la palabra problema. Ya nos evoca, directamente, algo negativo, algo tedioso, algo «pesado» a lo que enfrentarnos.
Por otro lado, me parece increíble lo que podemos conseguir si nos hablamos de manera cariñosa nosotras mismas. Cuidar con delicadeza las palabras que utilizamos. Y de repente, al nombrarlo de otra manera, el mundo parece que cambia a nuestro alrededor.
Así, si sustituyo la palabra «problema» por «reto», por «juego», la situación va cogiendo otro color más interesante, más luminoso, ¡más esperanzador! Cuando consigo interiorizar todo esto, ya no tengo miedo «a lo que venga» porque total, ya no voy a tener problemas, ¡sino retos interesantes a los que enfrentarme! Los fantasmas se disipan, el negativismo o las “catástrofes inventadas” se van esfumando para dar lugar a una nueva manera de ver la vida.
¿Y cómo disfrutar de los retos que vengan? ¿Cómo abrazarlos y vivir con ganas de cada proceso, por difícil que parezca? Para mí, lo que mejor me ha funcionado hasta ahora podría resumirlo en lo siguiente:
1 / Cambio de chip: toda cosa “menos buena” que suceda me sirve para crecer, para aprender. Todo siento que sirve para algo. ¡Aunque no sea consciente hasta dentro de unos cuantos años!
2 / Respirar hondo y no dejarme llevar por la impulsividad. De primeras, sin pensar demasiado, cualquier mínima cosita puede parecer un mundo. Me gusta darme tiempo para verlo en perspectiva y tratar que las ideas se aireen. No es fácil si una tiene cierto carácter impulsivo, pero que creo que todo se puede entrenar. :) Para esto, los paseítos me suelen venir de lujo.
3 / Tomármelo como un proyecto. Hay veces que solo los grandes proyectos profesionales nos los tomamos en serio, ¿y si hiciéramos lo mismo con cualquier reto (grande o pequeño), incluso personal? Pararse a reflexionar sobre el resultado que queremos conseguir, incluso plantearse mini hitos por el camino, pensar en soluciones cual estratega de primera y ¡ponerse a ello con toda la ilusión!
4 / ¡Disfrutar! Creo que si se tienen las metas claras, si somos capaces de saber en todo momento cómo vamos y si confiamos en nuestras habilidades, ¡es más fácil que disfrutemos del proceso!
Y ahora cuéntame mi avellana, ¿te animas a probar con el próximo problemilla que surja? ¿Nos lo tomamos como un juego retador?
Imagen: Estudio Avellana
Me encantó el comentario, voy a intentar ver los problemas como retos y sobretodo pensar y analizarlo antes de ahogarme en un vaso de agua, saludos
Hola Illi,
¡Gracias por comentar! Me alegra que te haya gustado la reflexión. :)
¡Un saludo!
Talvez no este del todo bien lo que yo ago pero me funciona,antes de ponerme a pensar en el «problema»,lo enfrento,no dejo que de vueltas en mi cabeza,no dejo que crezca,no me martirizo por días,prefiero que venga lo que tenga que venir,y ya después analizo,sin estresarme tanto,al fin todo tiene solución,menos la muerte.
Hola Pamela,
¡Gracias por comentar!
Pues muchas veces es verdad que es lo mejor, que no de vueltas en la cabeza y solo buscar una solución :)
Un abrazo,
Vaya que ahorita me cae de lujo la perspectiva en como debemos ver los problemas… y no darles ese nombre… me acabo de dar un tiempo con mi pareja… y como dicen en lugar de preocuparme… debo ocuparme… así que a retomar lo que ha quedado pendiente y darle prioridad a otras cosas.
Hola Olivia, ¡gracias por comentar!
Me alegra que te haya gustado mi nueva perspectiva :-D
Muy bueno, ¡ocuparse y no preocuparse! Eso siempre me dice mi madre :)
Un abrazo,
Sara:
Me llega tu reflexión justo en un momento de cierre de ciclo super importante, donde, obviamente, tengo muchas cosas acumuladas, muchos «problemas» que se han presentado, pero que ahora llamaré retos.
Porque puedo salir de esta y de todas. como ahora, como siempre.
Muchas gracias por compartir esto, gracias por vaciar un poco el costalito que traigo cargando en la espalda.
Hola Yuli,
¡Gracias por comentar! Me alegra que te haya gustado el post :)
Claro que sí, ¡de todo se sale! ¡Y a todo le podemos dar un toque interesante!
Un abrazo,
Nunca me había parado a pensar en los «problemas» como en «retos» y la verdad que cambia muchísimo la forma de ver las cosas. Siempre he sido una persona que me he enfrentado a los problemas, de mejor o peor forma, pero siempre mirando para adelante.
Creo que esta nueva perspectiva es una nueva forma de ver todo de otra manera. Además que llega en un momento de mi vida un poco particular en el que aplicarlo me va a venir genial :)
Un abrazo y gracias por compartir esta nueva visión :)
Hola Cristina,
¡Gracias por comentar!
Sí, a mí me paso igual, es como que lo ves desde un punto más divertido, más optimista. :)
Ya me contarás qué tal con esta nueva perspectiva,
Un abrazo fuerte,
“Enorme emoticono de corazón”. Cómo me ha la falta leer este post…
¡Mil gracias por escribirlo!
Oooh, ¡muchas gracias a ti por comentar! Me alegra que te haya gustado :)
Un abrazo.